Somos Iglesia Internacional Red Europea Iglesia por la Libertad
Comunicado de prensa conjunto
8 de marzo de 2018
Cinco años tras la elección del Papa Francisco (13 de marzo 2018) Somos Iglesia Internacional (WAC-I) y la Red Europea Iglesia por la Libertad (EN) le piden al Papa Francisco que continúe el proceso de reforma de la Iglesia Católica Romana y que intensifique los cambios significativos.
La elección del primer Papa de América del Sur, que empezó su pontificado pidiendo a las personas de todo el mundo que rezasen por él, produjo grandes esperanzas en los corazones de muchos católicos, especialmente en los que se sintieron frustrados por el fracaso de nuestra iglesia en llevar a la práctica las promesas del Concilio Vaticano II, que se veía como un gran potencial para que la Iglesia fuera más fiel al Evangelio y para modernizar aspectos de ella.
Hoy, delegados y representantes de los movimientos de Reforma de la Iglesia Católica y de Justicia Social tienen decididamente valoraciones mezcladas sobre el Papa Francisco. WAC-I y EN elogian a Francisco por preconizar una vida en solidaridad con los pobres, por fomentar el diálogo dentro y fuera de la Iglesia, por el intento de frenar el abuso jerárquico de la riqueza y poder de la Iglesia, y por hablar de modo accesible a muchas personas. Sin embargo, muchas de sus reformas han sido confrontadas por cargos de la Iglesia nombrados por los papas anteriores, Juan Pablo II y Benedicto XVI. WAC-I y EN piden a los cardenales, obispos y a todos los católicos, que hagan suya la visión de Francisco de la Iglesia como servidora.
Los representantes de WAC-I y EN valoran positivamente al Papa Francisco por su incansable defensa de los refugiados y emigrantes, por su fuerte compromiso con la paz en el mundo basada en la justicia, por su propuesta de no violencia en la solución de los conflictos, su presencia visible entre las comunidades típicamente marginadas, y por haber optado por la sencillez en su vida personal. Aplauden la administración de la Tierra promovida en la encíclica de Francisco Laudato Si. Reconocen su coraje para reconvenir y rebajar a los obispos y cardenales que hacen ostentación de la riqueza y para instruir a los responsables eclesiásticos en que la prioridad es el cuidado pastoral más que la burocracia. Aprecian que el Papa se haya centrado en las zonas menos representadas del mundo para nombrar nuevos cardenales y que haya puesto énfasis en las capacidades pastorales a la hora de designar obispos. Apoyan los intentos del Papa para abrir el diálogo sobre temas de importancia para las familias y los jóvenes y por invitar a que todos los católicos puedan aportar en la preparación de estos dos sínodos. Los grupos celebran los esfuerzos del Papa Francisco para aumentar la rendición de cuentas en los asuntos financieros, y su compromiso respetuoso con representantes y miembros de otras confesiones religiosas.
Sin embargo los grupos han expresado una decepción significativa ante la escasez de cambios sustantivos en algunas áreas de la normativa y de la doctrina de la Iglesia, y sobre la oposición que han encontrado sus intentos de reforma en la Curia. Observan que el Pueblo de Dios sigue excluido de la toma de decisiones en todos los niveles de la Iglesia y la petición del Papa Francisco para que haya diálogo no ha sido atendida en todos los niveles. Igualmente constatan que no ha habido un movimiento significativo sobre la desigualdad de las mujeres en la Iglesia, a pesar del nombramiento de una comisión de estudio para considerar la cuestión del acceso de las mujeres al diaconado. El Papa ha mantenido el énfasis de la Iglesia en la complementariedad, que prescribe papeles para las mujeres y los hombres basados en el género, y en reconocer solamente el matrimonio permanente y exclusivo entre un hombre y una mujer, abierto a la procreación y a la educación de los hijos. Esto significa que las personas divorciadas, que han vuelto a casarse, que conviven, personas LGTBI, y aquellos que utilizan anticonceptivos, forman familias mediante técnicas de reproducción asistida, o que han abortado, son excluidas con frecuencia de la participación completa en la Iglesia. El Papa nombró una comisión para tratar los abusos cometidos por clérigos católicos pero la oposición a su trabajo por parte de miembros de la Curia, ha llevado a que haya sido incapaz de llevar a cabo su misión. Una firme defensora y víctima de abusos dimitió como protesta, se permitió que la autoridad de la Comisión expirase, y cuando ha vuelto a constituirse, ha sido con miembros que en muchos casos se caracterizan por ser más débiles u con menos probabilidad de que desafíen el liderazgo de los cargos eclesiásticos. La Iglesia debería levantar los procesos de condena y excomunión y mostrar más respeto al pluralismo, especialmente en teología. La unidad cristiana permanece bloqueada por que nuestra iglesia no acepta la comunión compartida. WAC-I y EN también observan que, a pesar de enviar varias invitaciones, el Papa no se ha reunido con representantes de los movimientos de reforma de la Iglesia y redes de renovación para concretar áreas de preocupación común.
Somos Iglesia Internacional y la Red Europea Iglesia por la Libertad, reclaman al Papa Francisco que renueve su compromiso con las reformas de gran alcance necesarias para liberar a la Iglesia Católica de su tradición jerárquica rígida, que se comprometa más con los laicos y especialmente con las mujeres, y que pueda garantizar que la Iglesia vive verdaderamente el Evangelio de Jesús en un mundo que está afectado por conflictos profundos y confusión. Pedimos que este quinto aniversario sea un signo de un tiempo de renovación radical de nuestra Iglesia.
Contacto: Marianne Duddy-Burke, U.S.A.,
Contacto: Raquel Mallavibarrena, Spain,
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La Red Europea Iglesia por la Libertad (EN) es una convergencia espontánea de organizaciones – asociaciones, comunidades, grupos informales y redes – de cristianos europeos que son en su mayoría católicos, comparten
(1) la idea de una Iglesia profética, ecuménica, liberadora, que apoya, que ama, que nunca excluye o discrimina y que sigue los pasos de Jesús el libertador.
y
(2) la voluntad de trabajar, respetando la diversidad cultural y religiosa, en favor de la paz, justiciar, libertad, derechos humanos y democracia, también dentro de la Iglesia (Cf Declaración de los derechos y libertades en la Iglesia Católica, Red Europea, 1994) .
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Somos Iglesia Internacional (WAC-I), se fundó en Roma en 1996, es una coalición global de grupos nacionales de reforma de la Iglesia. Está comprometida en la renovación de la Iglesia Católica Romana basada en el Concilio Vaticano II (1962- 1965) y en el espíritu teológico desarrollado a partir de él.