La credibilidad del Papa Francisco con respecto al abuso clerical se ha visto socavada en Chile
El viaje del Papa Francisco a América del Sur reflejó la atención habitual del Papa a la realidad de los sufrimientos de las poblaciones nativas pobres y marginadas. Pero su visita también demostró la falta de claridad del Papa en la prioridad de las víctimas y sobrevivientes del abuso sexual clerical, y socavó aún más los esfuerzos de la Iglesia para mostrar su arrepentimiento en este importante tema.
El Papa pidió perdón y expresó su vergüenza por los abusadores sexuales en su alocución en la "Moneda" ante las autoridades civiles de Chile. El Papa Francisco también recibió una delegación de algunas de las víctimas a puerta cerrada. Estos fueron pasos importantes, pero no tuvo la misma apertura y disposición con los abusados por Karadima.
Sin embargo, estos eventos positivos fueron completamente socavados por el Papa Francisco al decir que aquellos que acusaron al Obispo Juan Barros Madrid de encubrir abuso sexual infantil fueron culpables de "calumnia".
El obispo Juan Barros Madrid fue nombrado obispo de Osorno en 2015. Al saberse su complicidad con Karadima fue trasladado a Osorno, antes era obispo castrense. Su nombramiento viene como consecuencia de una jerarquía existente desde hace tiempo y acorde con la dictadura de Pinochet y con la empatía del nuncio Angelo Sodano. Fue el protector del pedófilo en serie Fernando Karadima, una figura influyente y conocida de la élite económica y conservadora en el mundo católico del país. Los miembros de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores protestaron por el nombramiento, pero el Papa Francisco siguió adelante con ello. No hay ninguna sugerencia de que el Obispo Barros sea un abusador, pero sí un encubridor; sin duda era consciente del abuso en serie de Karadima a quien protegía.
Entonces nació un movimiento de base en la diócesis de Osorno que disputa y rechaza el nombramiento de Barros, pidiendo al Papa que lo revoque. El Papa Francisco, hablando con un periodista antes de abandonar Chile, dijo que no había evidencia contra Barros y acusó a los sobrevivientes de difamación. Sin embargo, los supervivientes del abuso de Karadima, a quienes el Papa Francisco se negó a ver, han sido confirmados como creíbles. De hecho, el cardenal Seán O'Malley de Boston, que preside la Pontificia Comisión para la Protección de Menores, ha emitido una declaración según la cual la defensa del pontífice de un obispo chileno acusado de encubrir abusos es "una fuente de gran dolor" para las víctimas. Hubo también una réplica del portavoz de los Laicos de Osorno: " el Papa tiene que comprender que él no es un tribunal, que los delitos no tiene por qué juzgarlos él, sino los tribunales chilenos, y lo que tiene que hacer es ver si el obispo Juan Barros es de verdad o no un líder espiritual y comprender que no está cumpliendo la misión de un obispo... que es ser signo de unidad de una diócesis"
Somos Iglesia Internacional (WAC) y la Red Europea Iglesia por la Libertad (EN-RE) expresan su apoyo a la legítima protesta eclesiástica de los cristianos de Osorno y comparten la opinión de Somos Iglesia Chile (sección nacional del movimiento WAC) en este asunto. Pedimos al Papa Francisco que reconsidere urgentemente su apoyo al Obispo Juan Barros por el bien de toda la Iglesia.
Sigrid Grabmeier Enrique Orellana F. Raquel Mallavibarrena
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Raquel Mallavibarrena,
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